World Football Summit habla en exclusiva con Rayde Luis Báez, fundador de The Connect y co-fundador de SPORTHINK, sobre la generación de contenidos y la competencia a la que se enfrentan los clubes de fútbol en el sector del entretenimiento. Esta entrevista aparece en la última edición de WFS Digest, nuestra guía de información privilegiada sobre las últimas y más relevantes ideas y prácticas de la industria del fútbol. Puedes suscribirte a WFS Digest AQUÍ.
Rayde Luis Báez es un economista dominicano afincado en España que acumula casi dos décadas de trabajo en la industria del deporte y del entretenimiento. Después de pasar por grandes organizaciones del mundo del deporte como, por ejemplo, la Euroliga, actualmente lidera una consultora internacional de patrocinio y de marketing deportivo, The Connect, y hace un año fundó la agencia SPORTHINK que asesora en operaciones de financiación y de ampliación de capital a proyectos de la industria deportiva.
Rayde, además de ser un experto que ha colaborado con clubes punteros de LaLiga y grandes marcas como Adidas, Red Bull o Rakuten, es amigo y miembro del Consejo Asesor de World Football Summit desde su Fundación en 2016.
En esta primera parte de la entrevista, aprovechamos su visita para hacer un repaso a la industria deportiva, la generación propia de contenido y a la intensidad de la competencia en el sector global del entretenimiento al que se enfrentan los clubs de fútbol.
Próximamente volveremos a hablar con Rayde, y compartirá con nosotros sus impresiones sobre el mercado de NFTs y nos descubrirá a cuatros startups que están haciendo cosas interesantes dentro del mundo del deporte.
Se dice que, en esta época, los clubes y las “sport properties” deberían funcionar como un medio de comunicación si quieren afrontar con éxito esta revolución digital. ¿Qué opinas sobre esta famosa frase de operar como un medio de comunicación?
Eso es, por ejemplo, el proyecto en torno a Barça Studios o Real Madrid TV, y todo el conglomerado de medios que otros equipos querrían hacer, pero todos los fines de semana hay que salir a ganar un partido, fichar jugadores, luchar contra digamos todas esas noticias de mayor o menor calado que hacen que la parte deportiva, qué es lo que está en el centro, pueda funcionar de una manera adecuada.
Con lo cual, muchos equipos no tienen la capacidad o ni siquiera el interés de entrar en ello dada su complejidad.
Sin embargo, yo creo que se están dando bastantes avisos a navegantes y, al final de cuentas, volvemos a lo mismo, la audiencia quiere escuchar de aquellos protagonistas que entienden que están legitimados y validados para dar la noticia, de lo que ha pasado en el campo, lo que ha pasado fuera del campo, y lo que pasa tras bambalinas.
Year, Month, Week, Day….
If anything, entertainment bundling (music+sports) to generate more value, seems like a winner (today). pic.twitter.com/bWNV1tONaP
— Rayde Luis Baez (@RaydeLuisBT) March 15, 2022
El reto pasa por adaptarse a un mundo en constante evolución en el que ya no tienen el monopolio de la atención…
En realidad, la competencia dentro del mundo del entretenimiento siempre he estado ahí. Ya lo decía y lo dice un amigo, Didac Lee, antiguo directivo del F.C. Barcelona y sobre todo un empresario de éxito en el mundo digital.
La competencia de los clubes no son únicamente otros clubes. En cuanto a lo mediático se refiere, es Netflix, es Disney, es la cartelera de cine, es la oferta teatral de las ciudades…Se necesita contenido de calidad para poder competir por el tiempo y la atención del fan.
En ese sentido, en Estados Unidos son unos expertos en esto, ¿tendrías dos o tres razones para explicar, desde tus perspectivas, esta diferencia?
Yo creo que hay factores históricos, basados en una visión más mercantilista de la que es la gestión de un equipo. Es cierto que el mercado norteamericano en general, y en concreto, el estadounidense, van al ritmo de la inversión publicitaria; es un mercado que es muy visual. El objetivo es intentar copar la mayor cantidad de tiempo de la parrilla para transmitir tu mensaje y eso no está tan desarrollado en otros mercados europeos.
En el caso del mercado español, la oferta deportiva yo creo que está mal dimensionada respecto a la de la de la publicidad. Además, en Estados Unidos hay mayor transversalidad porque el deporte es un tema más de entretenimiento.
Es decir, ir a un partido de los Brooklyn Nets en el Barclays Center es como ir a un teatro. De hecho, está diseñado para crear esa sensación envolvente que provoca un escenario y es un evento lúdico como cualquier otro de la ciudad de Nueva York. En España en cambio, tú vas al fútbol por ser futbolero, vas al Basket si te gusta el Basket, y si no pues tienes una oferta de ocio variadísima en todas las ciudades de España.
Y en ese contexto, ¿cómo crees que ha quedado el papel de los medios especializados en deporte y qué crees que deberían hacer para recuperar un protagonismo como el que tenían a comienzos de siglo?
Existen dos perspectivas, la perspectiva del negocio y la perspectiva del ciclo de noticias. El medio es un negocio que se sustenta en base a la acumulación de audiencia. Hay un tema de equilibrio económico que es complicado de mantener y entonces se tiende al volumen y cuando se busca producir un volumen determinado, muchas veces lo que se sacrifica es la calidad.
Creo que no hay que irse muy lejos pues hace 7-8 años ya empezaban a salir modelos de contenido y de medios distintos, y, sobre todo, en mercados que en esa parte del negocio van mucho más avanzadas como Estados Unidos o el mundo anglosajón en general. Y en mi opinión, esa tendencia representa una oportunidad que los medios deportivos en este caso tenían y tienen todavía, y es la de ser contenedores de contenido y no ser productores de contenido. El contenido que la audiencia quiere ver y escuchar es el que generan los protagonistas directamente; los medios establecidos tienen una gran baza y es la de la distribución que pueden ofrecer. Hablemos de agrupar, segmentar y distribuir contenido, no sólo de crear noticias.
Volviendo a los clubes de fútbol, la implementación de modelos propios de gestión de contenidos abre la posibilidad de generar nuevos acuerdos de patrocinios con empresas que buscan relacionarse con los fans. ¿Qué consejo le darías a un club profesional de fútbol a la hora de cerrar esos acuerdos?
Primero no firmar todo lo que se le presente y esto es muy difícil de decir; yo he sido y sigo siendo vendedor de propiedades.
Cuesta vender patrocinios; vender cuesta, al igual que construir acuerdos equilibrados y por estadística estamos en una industria en el que hay más “noes” que “síes”, y hay unos números a los que hay que llegar, unos presupuestos que hay que cubrir, pero lo que sí que pediría es es tener cautela y poner medios para que el proceso de ventas sea lo más seguro posible. Esto pasa por medios legales, consultores externos, gente que entienda esos modelos de negocio y que te permitan ir con cierta seguridad.
No hay ningún acuerdo malo hasta que hay algo imprevisto que no hay forma de contener.